Humanismo y Enfermedad Mental

El término humanismo se relaciona con las concepciones filosóficas que colocan al ser humano como centro de su interés. El humanismo filosófico resalta la dignidad del ser humano, aunque interpretada de distinto modo en las diferentes formas de humanismo (cristiano, socialista, existencialista, científico, etc). El humanismo puede ser entendido como una determinada concepción del ser humano, y también como un método.

El humanismo está presente en la psicología de William James, quien rechazó todo absolutismo y toda negación de la variedad y espontaneidad de la experiencia y, en consecuencia, reivindicó flexibilidad al describir la riqueza de lo real, aún a costa de perder exactitud.

 Para el enfoque humanista los conocimientos relevantes sobre el ser humano se obtendrán centrándose en los fenómenos puramente humanos tales como el amor, la creatividad o la angustia. Para referirse al enfoque humanista en psicología se utilizan los títulos: psicología humanista, psicología existencialista, psicología humanístico-existencial.

La Psicoterapia Gestalt es el modelo más representativo de la tercera fuerza terapéutica en cuanto a la insistencia por mantener una visión existencial-humanista de la enfermedad mental y a la dirección del tratamiento, no solo a la solución de problemas, sino a la realización de la plena humanidad de cada persona, independientemente de sus limitaciones. Propone que la concepción de hombre sea diferente, tomándolo desde un punto de vista holístico e inseparable del mundo que lo rodea.

Premisas Básicas del Humanismo

De acuerdo al humanismo, se debe trabajar para contribuir al desarrollo pleno del hombre, al establecimiento de relaciones justas, sinceras, profundas sanas y creativas. Se pone énfasis en la experiencia del hombre, en el aquí y ahora, y en la toma de conciencia del ser humano sobre su existencia.

Es importante para el hombre una mirada interior, en la cual se busca el retorno a las cosas mismas, tomando como guía a la intuición fenomenológica; esto también para reconstruir el mundo interior de uno mismo. De esta manera la persona puede auto-comprenderse y ser autónoma.

El hombre es un ser espiritual que se inicia con la realización moral, se desarrolla cuando trasciende y se consolida en las obras concretas que realiza. Este ser espiritual se sirve del cuerpo para lograr su proyecto de vida.

El ser humano está en una constante actualización, tiene una tendencia innata hacia los niveles superiores de su salud y realización personal. Esta tendencia es la naturaleza intrínseca del hombre que incluye la tendencia a sobrevivir, a desarrollarse corporal y espiritualmente, a amar, a la satisfacción de sus necesidades, a la sexualidad, al reconocimiento del yo, a la trascendencia, a la actuación creadora, a la autorrealización, a la integración y mantenimiento del orden interno.

El hombre que se realiza procura hallar el sentido de su vida, se contempla a sí mismo para comprender el significado de su vida, vive su aquí y ahora, su presente auténtico es el instante, se atreve a ser él mismo, puede realizar todo lo que es y lo que puede ser, tiene la condición de autocomprenderse, autodeterminarse, ser autónomo, reconoce sus límites, es congruente, ve el sentido de encontrarse con el otro, tiene valores, vivencia sus experiencias y se abre a ellas, acepta su responsabilidad sobre sí mismo, siendo realista, se desarrolla en una unidad del cuerpo, alma y espíritu, se explora a sí mismo.

El ser humano se sirve del cuerpo para llegar a sus objetivos o a su plena realización. La autorrealización es continua y es tomar decisiones como una opción de crecimiento, implica dejar que el sí mismo emerja con la responsabilidad de mirar dentro.

El ser humano tiene libertad de elegir, esta elección es activa y responsable. En la libertad el hombre se busca a sí mismo, puede elegirse a sí mismo, el hombre decide su propio destino, él es aquello que proyecta ser. Toda elección realizada por el hombre es una expresión de la búsqueda de su autorrealización.

Cuando el hombre actúa con libertad puede realizar sus propios valores y puede autodeterminarse. Si se acompaña a la libertad con acción entonces se convierte en una elección existencial. Por otro lado en esta libertad el hombre reconoce sus límites.

La existencia auténtica es “ser para la muerte”. La existencia responsable se da cuenta que todo tiene un fin, y trasciende este fin. También la existencia es una coexistencia con el otro, es una relación de amor que busca lo válido del otro. El tener cuidado de los demás es un auténtico coexistir.

A través de otras existencias la propia existencia llega a ser ella misma. El desarrollo del individuo y la sociedad están entretejidos. El hombre autorrealizado tiene apertura frente a las relaciones interpersonales en la familia, en el trabajo, y en las posiciones directivas; valora al individuo sobre la base de lo que es; tiene sentimiento de comunidad, de identificación, simpatía y afecto. Sus relaciones son profundas y valiosas; es capaz de retirar la frontera del yo, puede ser amable con todas las personas.

La sociedad sana es en la que todos los individuos pueden alcanzar un alto nivel de autodesarrollo, sin limitar la libertad del otro. La persona gana libertad a través del papel que se le deja desempeñar en su ociedad. El hombre es también un ser-en-el-mundo y un estar-en-el-mundo, que significa convertir el mundo en proyecto de las acciones y de las actitudes posibles del hombre.

Ver el video «El Existencialismo es un Humanismo» de una conferencia de Jean Paul Sartre: 

El mundo es una representación de la realidad. Las cosas del mundo son utensilios en función del proyecto humano. Encontrando una relación entre cuerpo y mundo, uno se encuentra a sí mismo.

Consagrarse a la contemplación del mundo implica que uno se diluye con ellos en cuerpo y alma en sus relaciones espiritual-intelectuales.

La autorrealización es el proceso histórico y también colectivo del enfriamiento permanente del ser humano con la naturaleza. Solo en este entrenamiento el ser humano individual y la humanidad en su totalidad tienen la posibilidad de manifestar las propiedades humanas que pueden lograr y garantizar un desarrollo positivo de la historia humana.

Parte esencial de la autorrealización es la confrontación con el entorno, que conduce a conmociones y catástrofes.

Ver el siguiente video que explica la teoría de Abraham Maslow sobre la autorrealización:

El hombre autorrealizado fomenta el comportamiento respetuoso y equilibrado hacia la naturaleza, la aceptación de las propiedades de su naturaleza humana y una mejor percepción de la realidad. Estas personas sobrestiman los bienes de la vida, por pequeñas que sean esas experiencias.

Haciendo un intento por llegar a un concepto que unifique las tres áreas (psicología fenomenológica, humanista, existencial) se puede decir que la salud mental es o existe: cuando el ser humano a través de la observación fenomenológica de sí mismo; intencionalmente, intuitivamente y dejándose dirigir por la tendencia innata actualizante, llega a ser consciente de su ser. Por esta conciencia de sí mismo percibe que esta arrojado en el mundo y que su fin es la muerte; su experiencia anticipatoria de la muerte, no le permite verse aprisionado por las posibilidades mundanas; sino que se percata de su poder de elección, y ve que puede elegirse a sí mismo, ser libre y empezar a actuar para ser lo que es.

Esta libertad activa lleva al hombre no solo a transformarse a sí mismo, sino también al mundo y a la sociedad.

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La Enfermedad Mental y la Psicoterapia

La Salud Mental

El tema de salud mental ha presentado una gran polémica respecto a su conceptualización. Se ha hablado de salud mental desde diferentes ámbitos, como el clínico, social, cultural y político, entre otros.

Una visión humanista de la salud comprende que este fenómeno no es solamente la ausencia de enfermedades, sino la síntesis de un complejo conjunto de factores biológicos, económicos, sociales, políticos y ambientales. Estos factores van a generar condiciones específicas que facilitarán o impedirán, según sea el caso, el desarrollo pleno de las capacidades y potencialidades humanas, entendiendo al ser humano como un ser individual y, a la vez, social.

En el trabajo de la salud mental el interés muchas veces se ha centrado más en la recuperación o rehabilitación de la enfermedad, más que en la prevención de los factores de riesgo y la promoción de conocimientos, hábitos y estilos de vida saludables. Dado que el ser humano es un ser integrado desde diferentes ámbitos, la atención de la enfermedad mental debe ser interdisciplinaria.

En la psiquiatría, se considera que la salud mental “es el estado de equilibrio y adaptación activa y suficiente que permite al individuo interactuar con su medio, de manera creativa, propiciando su crecimiento y bienestar individual, y el de su ambiente social cercano y lejano, buscando mejorar las condiciones de vida de la población conforme a sus particularidades” (Vidal, y Alarcón, 1986).

En psicología, la salud mental se entiende como un “estado en el cual la persona se encuentra bien adaptada, siente gusto por la vida y logra su autorrealización plena. La salud es un estado positivo y no la mera ausencia de trastornos mentales” (Davini, Gellon De Salluzi, Rossi, 1968).

Un estado saludable de vida se refiere a la manera como la persona se relaciona con sus actividades diarias; cómo se siente consigo mismo y con los demás, su capacidad para armonizar sus deseos, anhelos, habilidades, ideales, sentimientos y valores morales con las  demandas de la vida.

El comportamiento neurótico es un modelo de trastorno psíquico no enajenante del cual la persona misma es, en cierta forma, responsable. El análisis fenomenológico de estos padecimientos muestra que los pacientes viven su trastorno no sin cierto sentimiento de culpabilidad. En cambio, en las psicosis singularmente se comprueba que la afectación alcanza la totalidad de las funciones y puede llegar a destruir todas y cada una de aquellas formas de conducta consideradas como sanas, sin que la persona tenga conciencia de ello.

En la Psicoterapia Gestalt, el estudio de las enfermedades mentales desde una perspectiva Existencial Humanista, inicia en primer término a Ludwig Binswanger y Max Scheler, quienes parten de la fenomenología como método para abordar las aplicaciones clínicas de la Ontología Existencial.

Husserl, Heidegger, Scheler y Jaspers construyen a la vez el punto de arranque de la fenomenología como metodología que ha servido de base a la Psicoterapia Existencial.

Les recomendamos el siguiente video del Dr. Rodolfo Fahrer, quien nos muestra que la medicina moderna concibe al hombre como una entidad total, tomando en cuenta los aspectos corporales, psicológicos y sociales. Esto ha significado la necesaria transformación de la medicina. De esta concepción biosicosocial de la medicina se desprende el actual modelo de la psiquiatría. No es solamente una ciencia sino también un arte que busca soluciones pragmáticas; es un arte que toma en cuenta al hombre como un todo, como una unidad: